Comité Cerezo México
#PaComentario: ¿Qué está pasando en la UNAM?@fcerezo1 #PaComentario: ¿Qué está pasando en la UNAM? "Pero quiénes son los “porros”, nos preguntan algunos estudiantes de la UNAM que ya no han tenido la mala suerte de toparse con estos grupos, explicamos que desde los años 50, sí, ya hace casi 80 años [...]
La semana pasada nos enteramos de otro ataque porril en contra de estudiantes de una escuela de la UNAM, esta vez le tocó al CCH Naucalpan, ubicado en el Municipio del mismo nombre, por cierto, gobernado por el PAN por una obscura exdiputada de nombre Angélica Moya Marín.
Dicho ataque porril hubiera pasado casi desapercibido en los medios masivos de comunicación, como muchos otros realizados en estos últimos años, de no ser porque por dicho evento murió un estudiante de la FES Aragón de nombre Oscar Yael García Alarcón que fue a proteger a su hermano, estudiante del CCH Naucalpan.
Aunque ya las autoridades judiciales, secundadas por las de la UNAM, han declarado que se murió solito, por una cardiopatía, sin tomar en cuenta que esta muerte no hubiera sucedido si no se hubiese realizado el ataque porril.
Es evidente que los grupos porriles han bajado la intensidad y frecuencia de sus ataques, este fenómeno es debido a que una parte del movimiento estudiantil independiente de la UNAM está actualmente en un reflujo y la otra parte es abierta o veladamente de MORENA y responde a esos intereses de no confrontación directa con la Rectoría de la UNAM y también a que ésta última tiene que “negociar” la existencia de estos grupos porriles a su servicio con diferentes gobiernos municipales o de alcaldías del PAN, como lo hicieron con los priístas durante casi 80 años y como lo hicieron con los perredistas en la capital del país y ya no pueden operar con tanta impunidad como lo hicieron en sexenios pasados.
Otros ataques porriles que han trascendido, en mayor o menor medida, a la luz pública desde el 2018, ya con el cambio de gobierno son en ese mismo año un ataque en el CCH Azcapotzalco, que derivó en otro ataque porril en la explanada de Rectoría, en el 2019 en la Preparatoria 8, en el 2020 en el CCH Oriente, el año pasado en enero, en el CCH Naucalpan y en noviembre en la Facultad de Contaduría y Administración en el campus CU y este año en abril en el CCH Sur.
Pero quiénes son los “porros”, nos preguntan algunos estudiantes de la UNAM que ya no han tenido la mala suerte de toparse con estos grupos, explicamos que desde los años 50, sí, ya hace casi 80 años, en la Presidencia de Miguel Alemán, a través de las porras deportivas, el estado mexicano encontró la fórmula para controlar y desarticular el movimiento estudiantil de izquierda o democrático de las universidades del país, así el porrismo es una forma de paramilitarismo, es decir, personas civiles que no son pagadas por el gobierno por medio de una nómina oficial, pero que la autoridad les da todo tipo de “incentivos” materiales y un título en la Facultad de Derecho de la UNAM y que están supeditados y a disposición de las autoridades gubernamentales a través de las autoridades de las Escuelas y Universidades, con el objetivo de desarticular todo movimiento estudiantil que vaya en contra de los intereses gubernamentales y para mantener sin cambio los cotos de poder de la casta dorada de la UNAM, por poner un ejemplo.
Actualmente no sólo forman parte de las porras universitarias, son ya estructuras con fachadas de grupos culturales o estudiantiles, como si la UNAM no supiera que en Naucalpan operan sus “muchachos” de la Federación de Estudiantes de Naucalpan, viejo grupo porril.
Como es un grupo paramilitar, su característica es que siempre va a ser negado por las autoridades que los crearon, los usan y los protegen; por ejemplo, la UNAM, siempre dirá, como en sus comunicados que:
“[..] tuvo lugar un enfrentamiento en las inmediaciones del [CCH Naucalpan], entre dos grupos de jóvenes presuntamente provenientes de diferentes instituciones de educación media superior.”
Quieren decir que ni siquiera pertenecen a la UNAM, sino que sólo se les ocurrió enfrentarse enfrente del CCH Naucalpan, se deslindan de absolutamente todo, Rectoría dice que es un caso fortuito, sin relación alguna con la Universidad.
En el segundo Boletín que emitió, este ya más extenso dice, entre otras cosas, que:
“[…] el ataque violento de estos grupos que actúan con total impunidad parece no tener otro propósito que el de desestabilizar a esta casa de estudios ante la proximidad de la jornada electoral del 2 de junio.”, lo cual esta fuera de toda lógica, quién querría desestabilizar a la UNAM en estas elecciones, ¿la izquierda morenista? La cual, blandengue como siempre, apenas y se mueve.
También Rectoría de la UNAM dice que “La presencia de personas como éstas que, sin motivo alguno, se presentan en planteles escolares, cubiertas del rostro y armadas con instrumentos explosivos, palos y piedras, se ha convertido en una práctica recurrente de intereses oscuros que buscan intimidar y sembrar miedo e incertidumbre.” y remata su boletín diciendo que “Las y los universitarios exigimos un alto total a los embates provenientes del exterior.” Ah caray, pura contradicción, se presentan sin motivo alguno, pero buscan intimidar, sembrar miedo e incertidumbre y además provienen del exterior para desestabilizar a la UNAM por la elección Federal que ya todo mundo sabe ganará Sheimbaun, es decir, no dijeron nada y lo que es peor no defienden nada y siguen protegiendo a los porros, a los cuales, tiene que mantener en “acción” esperando mejores condiciones políticas para usarlos, como siempre ha sido, ante el actuar de los movimientos estudiantiles universitarios.
Incluso, el director del CCH Naucalpan recupera un término muy curioso y dice que son grupos socio organizados los que se enfrentaron, qué quiere decir con socio organizados, según el manual del 2012 de la Secretaría de Gobernación, es decir, en el gobierno de Peña Nieto, grupo socio organizado es un “Agente perturbador que se genera con motivo de errores humanos o por acciones premeditadas, que se dan en el marco de grandes concentraciones o movimientos masivos de población” y ponen ejemplos de estos fenómenos, entre otros, claro, equiparándolos, a las protestas sociales, el vandalismo y el terrorismo y sabotaje.
Para aplacar la pequeña efervescencia estudiantil que puede dar paso a mayor organización, la UNAM determina que las clases se reanudarán a distancia en el CCH Naucalpan, esperan que los salve, como en muchas ocasiones, las vacaciones, que también, generalmente aplaca a los movimientos estudiantiles.
Grupos porriles como el grupo “32” del CCH Azcapotzalco, el “3 de marzo” de CCH Vallejo y la “Federación de Estudiantes de Naucalpan” son grupos porriles de origen priísta y de larga data que han servido desde hace muchísimo tiempo para desarticular el movimiento estudiantil, tomemos en cuenta que actualmente el PRI y sus aliados del PAN están refugiados en la UNAM y por tanto siguen controlando a los grupos porriles de la Universidad.
Porros no sólo hay en la UNAM, son incluso más fuertes en el Politécnico, en los Cetis, los Colegios de Bachilleres y Conaleps, si bien, se han ido debilitando al ritmo que el priísmo, panismo y perredismo han ido perdiendo también puestos de poder. Pero, quién no recuerda en la huelga y posthuelga de la UNAM a la OEU, ODET, AU, GES, Lagartos, etc.
La UNAM es ahora el refugio de la derecha y la ultraderecha priísta y panista, quienes tratan de atrincherarse en direcciones y puestos de poder ante el embate de los vientos socialdemócratas que soplan en la UNAM, MORENA quiere tomar el control, pero como es blandengue y zigzagueante, no lo hace de manera frontal, sino autoengañándose, tirando la piedra y escondiendo la mano, como para que la casta dorada no se dé cuenta quién fue, sueño iluso como todo sueño socialdemócrata, producto del miedo que anida en sus corazones de que se les acuse de ¡radicales!, incluso, si no se apuran a tomar el poder, aunque sea, como ya sabemos, para formar su propia casta plateada. El porrismo como instrumento de la casta dorada, en cuanto mejoren las condiciones para la derecha, que creemos será a lo largo del sexenio que viene, les responderá al estilo priísta, plata o plomo, les aplicará el ostracismo académico, quitarles sus plazas y amansarlos o como en otros casos, darles un buen puesto para que nuevamente sean fieles al sistema o por lo menos no defiendan a los que si quieren seguir luchando y que sabemos que MORENA, no es la opción de una verdadera transformación.
Actualmente hay un reflujo del movimiento estudiantil organizado de izquierda en la UNAM, un reflujo, producto de la llegada de la socialdemocracia al gobierno federal, que permite, aún más, el cobro de nuevos cursos y diplomados para titularse, como un filtro más para que sólo egresen los que suplirán a la casta dorada, los pobres, como siempre, sufrirán para titularse, no por falta de conocimientos, sino por falta de recursos para “comprar” su título.
No hay que olvidar y hay que recordarles a las nuevas generaciones de estudiantes, que sólo la organización y lucha frontal del movimiento estudiantil independiente ha frenado e incluso echado para atrás el actuar impune de la derecha que hoy inventa nuevos cobros ilegales, que permite que las “vacas sagradas” no sólo no trabajen y cobren sueldos groseros, sino que tengan de esclavos a aspirantes a futuros docentes, que exista una imposibilidad real para acceder a concursos de oposición para ser docentes y que cuando acceden a estos concursos, descubren que son los de la misma casta dorada los que determinan que mejor se quedan sus familiares y no por méritos académicos, sino cometiendo fraudes académicos, autoridades que tienen un nulo interés por resolver los fenómenos de acoso sexual, laboral y académico que existe en la UNAM y del uso del porrismo que siempre ha estado a su servicio para mantenerse en el poder, es la obligación de todo ex activista universitario explicar qué es el porrismo y que sus titiriteros son también los de la actual casta dorada de la UNAM, además contarles la experiencia vivida para arribar a la conciencia de que cualquier mejora que necesita la UNAM en el proceso enseñanza-aprendizaje tiene que pasar por la organización permanente de los estudiantes ligados al movimiento social, sindical y en alianza con los pocos académicos y trabajadores progresistas.