El 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Para las familias, los pueblos que luchan por la presentación con vida y las propias víctimas, este es un ejercicio de memoria, verdad y justicia. Esta rememoración es producto de la lucha de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM), una organización no gubernamental integrada por asociaciones de América Latina y el Caribe donde se practicó o practica la desaparición forzada.
FEDEFAM desde su origen tuvo como objetivos crear conciencia mundial del grave delito que se cometía con la práctica de la desaparición forzada, y lograr la aprobación de una Convención Internacional contra las Desapariciones Forzadas por parte de la Organización de los Estados Americanos y la Organización de las Naciones Unidas. Derivado de esta lucha, FEDEFAM en conjunto con otras organizaciones, amigos y expertos promovieron durante más de 25 años dicha Convención, la cual entró en vigor el 23 de diciembre de 2010. Lograron también que la Asamblea General de las Naciones Unidas declarara el 30 de agosto como el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que comenzó a conmemorarse en 2011.
Esta grave violación a derechos humanos fue una constante en las dictaduras que existieron durante el siglo XX en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Venezuela, por mencionar algunas. En México, aunque no hubo dictadura como tal, los gobiernos del PRI realizaron esta práctica con la misma intención que los países del cono sur; callar las voces de los disidentes y luchadores sociales.
En pleno siglo XXI esta práctica continúa en varios países. En México, durante el gobierno de Felipe Calderón, como parte de su “guerra contra el narcotráfico”, cualquier persona podía ser víctima de esta grave violación a derechos humanos. En el sexenio de Enrique Peña Nieto se amplió esa estrategia contrainsurgente. El actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador informó el lunes 13 de julio que 73 mil 201 personas siguen desaparecidas o no localizadas; de ellas, 71 mil 678 casos se reportaron después de 2006. Sin embargo, familiares de víctimas de desaparición forzada lamentaron que la 4T siga sin reconocer en los hechos la desaparición forzada; que en los registros no se encuentren sus familiares como víctimas de esta violación y que se aboque a buscar fosas, es decir, personas fallecidas y no vivos.
Conmemorar esta fecha nos recuerda que las graves violaciones a derechos humanos deben ser castigadas. No puede haber transformación sin la voluntad política de los gobiernos que siguen ocultando la verdad y, como consecuencia, la justicia no llega para las víctimas de la desaparición forzada y ni a sus familias.
¡Presentación con vida de todos nuestros detenidos desaparecidos y castigo a los culpables!