Pacomentario: Elecciones 2024, ¿Continuidad de la 4T? vs ¡Liberen a García Luna!

En el escrito anterior hablamos sobre el nombramiento de Xóchitl Gálvez como Coordinadora del Frente Amplio por México, es decir, la candidata a la presidencia de la República que representa fielmente los intereses de la ultraderecha mexicana y de quienes anhelan el regreso de unos nuevos Calderones, Garcías Luna y Enriques Peña Nieto para continuar con la profundización de la política neoliberal que ha generado: por un lado, cientos de miles de víctimas de violaciones graves a los derechos humanos y por el otro, un selecto puñado de delincuentes millonarios, actualmente impunes.

Ahora también tenemos la confirmación de lo que ya era Vox Populi, que Claudia Sheinbaum será la candidata y también la presidenta en el 2024, pero, a quién representa esta candidata y a quiénes deja subir al barco de la 4T y qué intereses representan, esto si hay que verlo con lupa, ya que de eso dependerá que tan pronunciado será el viraje hacia el famoso centro político que ya había anunciado AMLO como una posibilidad del próximo gobierno, centro que en realidad quiere decir hacia la derecha, hacia el neoliberalismo, ya que virar la política de la 4T hacia la izquierda, aunque sea igual de socialdemócrata que el gobierno actual, no vemos señal alguna.

Por lo pronto, el gran perdedor es Ebrard, que con base en berrinches puede cometer un suicidio político y quedar aislado completamente del barco triunfante, además de confirmar lo que siempre hemos sabido, que es el más neoliberal de los candidatos que tenía la 4T, sumarse a Xóchitl suena vomitivo, a Movimiento Ciudadano también, aunque la ultraderecha panista y la priísta urgida de votos ya le puso alfombra roja…. Perdón, alfombra azul para que se sume a ellos, claro que como candidato ya no.

Por lo pronto Xóchitl Gálvez saca inmediatamente el cobre neoliberal, ya dijo en una entrevista que si es Presidenta está dispuesta a abrir la participación de la iniciativa privada en Pemex y en la Comisión Federal de Electricidad, AMLO luego luego, aprovechó para decir lo evidente, la ultraderecha es privatizadora de todo y Xóchitl contestó que no dijo que privatizaría sino que abriría a la iniciativa privada Pemex y la CFE, para ella eso no es privatizar sino modernizar, es decir, dijo lo que ya sabemos que le encanta hacer a la ultraderecha, convertir los derechos humanos en mercancías, y a eso, aquí y en China se le llama privatización, no importa que le diga modernización, además en el mismo tenor de la mentira que ya nos había vendido Fox, Calderón y Peña Nieto, Xóchitl asegura que las empresas estatales son pésimas para administrar el dinero y para ser productivas, y por ello deben permitir la intervención privada, es decir, vender los bienes del pueblo a los empresarios para que produzcan dinero para ellos a costa del pueblo, es modernizar.

Xóchitl Gálvez no ofrece nada nuevo más allá de revivir el calderonato y, si pudiera, liberar a García Luna para que le haga, otra vez, el trabajo sucio.

En cuanto a Sheinbaum y a los cuatroteístas más socialdemócratas hay dos visiones, la de los segundos es que la guía que debe tener el nuevo gobierno estará plasmado en el Proyecto de Nación 2024-2030 que ya está actualizado y que ya firmó el domingo pasado Claudia Sheinbaum, por su parte Sheimbaun dijo que dicho documento será la base de su programa de gobierno, pero que es sólo un borrador al que ella le meterá mano, es decir, parece que sí es, pero al final no lo es tanto, así que aunque dicho programa tenga puntos buenos para el pueblo, pueden y seguramente no serán tomados en cuenta y que los puntos malos para el pueblo seguramente si serán tomados en cuenta.

Ejemplos de puntos malos son: la iniciativa, nuevamente, de un cambio legislativo para que la Guardia Nacional dependa de la Secretaría de la Defensa Nacional, lo cual es una aberración política de la “izquierda” morenista y en el cual parece que sí coinciden tanto Claudia como los socialdemócratas de hueso rosa, o el punitivismo populista de uso frecuente en las posiciones de derecha que convierten delitos simples en graves y elevan las penas, como si eso en alguna parte del mundo hubiera servido para frenar a la delincuencia y no, como lo ha hecho la izquierda en el poder, no la izquierda del Doctor Simi, atender el origen de la delincuencia que es la pobreza económica, está probado que entre menos pobres hay, menos delincuencia existe y la penas y sanciones son menores.

Afortunadamente siguen los puntos que AMLO, por su tibieza, no quiso impulsar hasta lograrlo, como la reforma al Poder Judicial, actual nido de neoliberales protectores de delincuentes de cuello blanco o reducir el sueldo para que nadie gane más que el Presidente, habría que incluir ahí también a los institutos o entidades autónomas que ya sabemos tiene a su casta dorada, por cierto llena de neoliberales, lo cual no es un punto malo, e incluso hay otros puntos que ni AMLO mencionó pero que si son parte del sentir de la gente, por ejemplo, impulsar una reforma fiscal progresiva enfocada en las personas con más ingresos no está nada mal, impulsar las tarifas eléctricas justas, la nacionalización de otros recursos de la nación y de crear una industria propia, medidas que aunque queden en el documento, me temo que no serán convertidas en política de Estado, sino quedarán para el próximo museo de los sueños rotos.

Así que una vez más tendremos lo que el pueblo necesita y lo que la real polítik del nuevo gobierno considerará “posible”, recordemos que ese es el sello de la casa reformista, luchar por lo posible y no por lo que es necesario y claro, lo posible lo definen ellos, todo lo que no quepa en este posible, será nuevamente tachado de radical o de conservador de izquierda, como ha sucedido en este gobierno.

Aunque sea un acuerdo del Consejo Nacional de Morena para garantizar que la, ahora casi, Presidenta profundice o incluso continúe con las políticas de este sexenio que se acaba, parece que será un papel con muy poco valor, ya sabemos que lo que no se consigue a través de la movilización del pueblo, es imposible que se consiga en la mesa dónde comen tirios y troyanos juntos.

Y hablando de tirios y troyanos, el llamado de Claudia a impulsar la alianza con la rémora política llamada Partido Verde es sintomático del pragmatismo político y no de un proyecto de nación que quiera profundizar las tibias reformas que se lograron en este sexenio.

Así que ya sabemos, lo que se necesita para mejorar las condiciones del pueblo, es la movilización del pueblo mismo, si bien los documentos como el proyecto de nación, ahora actualizado por la intelectualidad socialdemócrata, contienen muchos anhelos del pueblo para mejorar sus condiciones de vida, el sólo hecho de creer que será impulsado por los políticos ganadores, ya peca de utopismo.

No nos queda más que seguir organizándonos de manera independiente y seguir exigiendo en las calles nuestros derechos humanos, sólo así podremos arrancarle, incluso a la socialdemocracia, conquistas concretas que nos permitan alcanzar una vida digna para todos.