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Desde el RENO (Reclusorio Norte)

Carta de Emmanuel Hernández a la opinión pública

Domingo 13 de diciembre de 2009, por Comité Cerezo México







Domingo 13 de Diciembre del 2009.

Desde el Reclusorio Varonil Norte, Sección COC (Centro de Observación y Clasificación) Zona 1 Estancia 3.

A las Organizaciones Políticas y Sociales

A las organizaciones Estudiantiles

A las organizaciones de Derechos Humanos

A los colectivos y personas solidarias

Reciban todos, un fraterno y combativo saludo.

Hoy se cumplen mas de 20 días desde que fui privado de mi libertad por la supuesta “Portación de Bombas Molotov”, las cuales jamás porté, sin embargo no es extraño que los jueces actúen de esta manera, pues de sobra sabemos que el verdadero fin es desmovilizar a toda aquella persona que se atreva a luchar por mejoras sociales.

En aquel momento mi ilícito fue no estar de acuerdo con las reformas privatizadoras del agua, sólo utilicé mi legitimo derecho a manifestar mi repudio hacia las trasnacionales, las cuales sobreexplotan nuestros recursos naturales en contubernio con el Estado.

El inicio de esto ocurrió el 16 de marzo del 2006 en el IV Foro Mundial del Agua cuando al salir del metro Insurgentes, fui detenido junto con mis compañeros y gracias a la movilización que permanecía afuera de la Agencia 50 del MP, a los abogados y observadores de Derechos Humanos obtuve mi libertad, en ese momento el MP dijo que el expediente se iría a archivo muerto.

Pasó el tiempo y a raíz de los acontecimientos de los compañeros de San Salvador Atenco y Oaxaca me informaron que el proceso se reanudaba, lo cual me desconcertó y se sumó a que tenía poco tiempo de haber perdido a mi maravillosa madre.

Iniciaron mi proceso judicial y como consecuencia perdí mi empleo dado que las audiencias eran muy prolongadas y constantes, con la solidaridad de varios compañeros pude solventar mis gastos y los de mi hermano Eduardo, todo parecía favorable, al carearme con los policías (quienes no eran los que me habían detenido) les pregunté ¿Tú me detuviste? ¿Tú encontraste los objetos por los que se me acusa en mis pertenecías? ¿Podrías decirme quién de tus compañeros me detuvo? ¿Te consta que yo portaba dichos objetos? A lo que todos contestaron que no, aún así el juez me encontró culpable por el delito de portación de objetos aptos para agredir, apelamos y todos mis compañeros ganaron su libertad y se confirmó que eran inocentes de los delitos de los cuales éramos acusados, excepto yo, entonces el Juez se declaró incompetente argumentando que la portación de bombas molotov entraba en la Ley Federal de Armas de Fuego, por lo que tenia que ser juzgado por un juez federal.

Seguí realizando mi vida de manera normal pues nunca me llegó ninguna notificación, durante casi 2 años y medio, reanude mis estudios, conseguí un trabajo en Conaculta como auxiliar de librería, conocí a Jimena, mi compañera con quien he vivido lo mejor de mi vida, el nacimiento de nuestro hijo Emiliano quien cumplirá el 16 de diciembre su primer año de vida y el cual no podre festejar con él por estar dentro de esta mazmorra, lo que me llena de rabia e impotencia, pero me controlo y mantengo el temple.

Como ustedes saben, el día 23 de noviembre del año en curso se presentan en mi domicilio 2 individuos los cuales no se identifican y comienzan a cuestionarme ¿A que te dedicas? ¿Qué estudias? ¿Dónde trabajas? argumentando que solo querían hablar conmigo sobre un pequeño incidente que había pasado hacia un tiempo, que si los podía acompañar, a lo que me negué ya que no se identificaron, Salí de mi casa hacia la casa de Jimena cuando me interceptó un auto tsuru Nissan placas 599 UBJ de uso particular, a bordo iban los 2 individuos que se habían presentado en mi domicilio, me sometieron y me trasladaron a un MP Federal, querían que hiciera una declaración la cual no hice por no haber un licenciado y me ingresaron en el Reclusorio Varonil Norte.

El 4 de diciembre pasado recibí mi sentencia, 4 años y una multa de $6,666 de pesos por algo que no hice, en los próximos meses saldrá la sentencia definitiva y sé que gracias a la lucha que hago acá adentro por mantenerme digno ante la prisión política y a la de todos afuera es posible mi libertad.

Mi vida no ha sido fácil, ha sido una lucha constante desde que era niño, mi progenitor se alejó cuando tenía 6 años y mi madre se esforzó por darme una educación, alimento y cobijo a mí y a mi hermano Eduardo, nos ofreció lo mejor de ella, pero la muerte se presentó en el momento jamás esperado, dejándonos. A pesar de lo duro que ha sido la perdida de mi madre, me esforcé en la orfandad de su amor materno para brindarle a mi hermano un arma muy poderosa que es la educación, establecer con Eduardo, Jimena y Emiliano una convivencia basada en principios humanos, ofrecerle a Emiliano una niñez plena llena de amor y respeto y poder vivir mi amor con Jimena.

Yo puedo argumentar que es injusto que se me aleje de mi hermano Eduardo de 14 años, de Jimena mi compañera, que me sea arrancado de mis brazos mi pequeño hijo Emiliano y truncada mi vida académica y laboral, pero sé que me están juzgando por mis ideas, el Estado con su instrumento jurídico trata de ejemplarizar el castigo a los luchadores sociales y con ello desmovilizar al pueblo.

Esta maquina de destrucción no comprende que con esos medios lo único que logra es que los hijos del pueblo se solidaricen contra las injusticias, como se ha demostrado en el caso de los hermanos Cerezo, de los compañeros de Atenco y de Oaxaca, utilizando la protesta social para obtener su libertad, pues ninguno de ellos fueron presos comunes, todos han sido Presos Políticos aunque el Estado siempre lo ha negado.

Hoy vivo la solidaridad de todos ustedes, lo cual me fortalece y enciende mi corazón el amor a mis convicciones e ideales, ahora me toca vivir la cárcel, sé que no camino solo, que todos ustedes me acompañan a cada paso y dan claridad a esta turbulenta realidad, les agradezco lo que hacen por mi y mi familia, lo cual demuestra que la solidaridad es un valor que debemos mantener vivo.

Envío un agradecimiento a todos los compañeros que se han solidarizado con mi caso, con las firmas por mi libertad, cooperando y apoyando a mi familia, a los compañeros de las diversas organizaciones sociales y de derechos humanos, al Comité Cerezo, a todos los compañeros del Comité por la Libertad de Emmanuel y a mi familia.

Me despido y les mando un fraternal saludo desde la celda de COC Zona 1 estancia 3 y les pido que apoyen a mi familia que yo pagaré resistiendo la prisión política.

Emmanuel Hernández Hernández

Preso político.

Reclusorio Varonil Norte.

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