El caso de los hermanos Cerezo Contreras, acusados originalmente de terrorismo y encarcelados injustamente en el penal de La Palma durante varios años, es una de muchas pruebas del inexistente estado de derecho en el país, señalo Paco Ignacio Taibo II.
Al participar en la mesa Filosofar desde la adversidad, donde se presentaron textos escritos por los hermanos Cerezo en prisión, dijo que en una revisión personal del expediente de los hermanos encontró cuando menos 173 incoherencias "brutales y de lo más irracionales", que demuestran con claridad que se trató de una acusación fraguada. "Los querían encarcelar como chantaje contra sus padres", comentó el novelista, en referencia a que las autoridades en realidad buscaban a los padres de los jóvenes, señalados de ser líderes del Ejército Popular Revolucionario.
Los hermanos Alejandro, Héctor y Antonio, que en 2001, año de su detención, tenían 19, 22 y 24 años, fueron responsabilizados de haber colocado los petardos que estallaron afuera de una sucursal Banamex, el 18 de abril de ese año, y encarcelados en La Palma acusados de daños en propiedad ajena, terrorismo, asociación delictuosa y acopio de armas. Héctor y Antonio quedaron libres en febrero de este año tras compurgar una sentencia de siete años y seis meses de cárcel; el primero ya había salido libre.
Ayer, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Antonio y Héctor Cerezo presentaron algunos textos escritos en prisión, los cuales fueron comentados por el académico José Gandarilla. Allí Taibo II señaló que en este caso se prueba que la lectura y la creatividad literaria operan como ente liberador.