Luego de cumplir una condena de más de siete años, los hermanos Héctor y Antonio Cerezo Contreras abandonaron esta tarde el penal de Atlacholoaya, ubicado al sur de Morelos.
"Nos condenaron injustamente pero no van a poder callarnos", gritó Antonio apenas puso un pie fuera de la prisión.
Ante integrantes del Comité Cerezo, del Frente Popular en Defensa de la Tierra-Atenco, Comité 68, Peace Brigades International y otras organizaciones sociales, Héctor secundó a su hermano: "Ahora seguiremos luchando por todos los presos políticos del país y por la presentación de los detenidos desaparecidos de ayer y de hoy".
Los hermanos Cerezo Contreras concluyeron su sentencia el pasado 13 de febrero; sin embargo le notificaron que sería hasta esta semana cuando se concretaría su liberación.
Ambos jóvenes, junto con su otro hermano, Alejandro Cerezo, fueron detenidos el 13 de agosto de 2001 acusados de pertenecer a las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) y de ser los autores de la explosión de petardos en tres sucursales bancarias del Distrito Federal, perpetrados cinco días antes de su aprehensión.
Alejandro obtuvo su libertad en 2005 gracias a que obtuvo un amparo.
Sin embargo Antonio y Héctor permanecieron presos en Puente Grande, Jalisco. Posteriormente, fueron trasladados al penal federal de Matamoros, Tamaulipas, y, más tarde, los reubicaron en la prisión de Atlacholoaya, Morelos.
Francisco Cerezo Contreras, hermano de los hoy liberados, comentó: "Todas la personas que están aquí son aquellas que nos han apoyado y nos han empujado a que sigamos con esta lucha y que logremos hoy la libertad de mis hermanos pues consideramos que esto ha sido una fatal injusticia.
"Los derechos humanos de mis hermanos fueron violados y violentados una y otra vez y no descansaremos hasta que se haga justicia", finalizó.