PaComentario: Iberdrola: Chatarra o nacionalización

Nuevamente vamos a hablar sobre las acciones del Gobierno de AMLO, por qué, bueno, pues para ser claros en lo que significan sus acciones, ya que quienes defienden la 4T dicen una cosa y la llamada oposición moralmente derrotada y sus voceros dicen todo lo contrario, sin embargo, hay que medir las cosas en su justa dimensión, así, debemos preguntarnos si la compra del 87% de las plantas generadoras de electricidad de Iberdrola es realmente como dicen los voceros de la 4T una nacionalización, casi, casi, como la del ex presidente Adolfo López Mateos o por el contrario, como dicen los voceros de la derecha, es la compra de chatarra.

En abril del año pasado, AMLO impulsó y presentó a la cámara de Diputados una Reforma Eléctrica, la cual fue rechazada, como lo hemos repetido varias veces, debido a que la 4T no tiene la mayoría calificada, por lo cual, todas sus iniciativas anti neoliberales han sido rechazadas por los neoliberales, el PRI y el PAN.

En esos momentos se habló de que la privatización de la Industria eléctrica que realizaron los neoliberales, no sólo fue un despojo a la nación, lo cual es cierto, sino que, además, creó las condiciones para que las grandes empresas, como es usual en un modelo capitalista neoliberal, robaran más y pagaran menos impuestos o, en este caso pagaran menos en el recibo de la luz, también se denunció que las empresas que llegaron a “invertir”, un sinónimo de robar, usaron mecanismos tramposos e ilegales para, qué creen, pues sí, robar aún más; así, mediante la modalidad del autoabastecimiento, Iberdrola y otras empresas vendían ilegalmente su excedente a grandes empresas como Bimbo, Kimberly Clark, Cemex y Oxxo usando la infraestructura de la CFE y no pagaban nada por usarla, por lo cual ganaban millones de pesos por vender la energía de manera ilegal, incluso Iberdrola fue multada por la Comisión Reguladora de Energía con casi 500 millones de dólares por hacer este chanchullo, imaginen de cuánto era el desfalco si estaban conectadas sólo a dos plantas de Iberdrola más de 5,000 grandes empresas, e Iberdrola en su conjunto surtía energía (ya sabemos que robando) a grandes empresas, entre ellas las más conocidas, Banco Afirme, Axtel, Bacardí, Bayer, Scribe, Oxxo, Cementos Apasco, Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, Cervecería Modelo, Compañía Minera Autlán, Compañía Minera de Atocha, Costco de México, Grupo Gamesa, Kimberly Clark de México, entre otras.

Además, esta Comisión empezó a negar nuevos permisos de autoabastecimiento a las plantas de Iberdrola para evitar la venta ilegal de energía, Iberdrola se amparó y aun así perdió, entonces ya no era rentable producir y robar como lo venían haciendo, por ello cedió y vendió sus plantas al gobierno mexicano, y esa es la razón por la cual vendió sus plantas, no como ahora dice la derecha, por que Iberdrola se deshace de chatarra y gana millones para invertir en energía limpia.

Pero de este robo, la derecha no dice nada, al contrario su espíritu privatizador hace que digan incluso mentiras para tratar de demostrar que las empresas estatales son malas y las privadas buenas, Fox, expresidente panista de México y Javier Lozano ex priísta y ex panista, vociferan que esta compra no es nacionalización, sino que es una soberana pendejada, otros más refinados dicen que Iberdrola se va del país porque no es seguro ya para la inversión privada, lo que quieren decir es que en México los privados ya no pueden saquear y robar como antes.

Xóchitl Gálvez, otra representante de la derecha, se agarra del argumento de que Iberdrola vendió chatarra y gano 6,000 millones de dólares para invertir en energía renovable, Pedro Ferriz de Con, vocero neoliberal dice que una cosa es decir que se compró 13 plantas de Iberdrola y otra que la empresa española se haya deshecho de ellas, luego que el presidente les hiciera la vida imposible, bueno, hasta el famoso empresario, no por bueno, Claudio X. González, que como presidente de Kimberly Clark se benefició del robo de Iberdrola, hace coro de la información carente de objetividad que emplea la derecha.

Por el otro lado y además dándole oxígeno a esta derecha neoliberal, está la idea de que esta compra es una nueva nacionalización de la energía eléctrica como la que realizó Adolfo López Mateos, sin embargo, tal aseveración se queda muy corta, ya que la nacionalización de López Mateos otorgaba todo el control de la producción de la energía eléctrica al Estado mexicano, la compra del 87% de la energía que producía Iberdrola apenas logra que el Estado mexicano controle el 55.5% de la producción nacional de energía eléctrica, es decir, no hay una nacionalización como la de López Mateos, aunque efectivamente se nacionalizó la mayor parte de las empresas de Iberdrola, aún el 44.5% de la producción de energía está en manos privadas y ya sabemos que esto significa competencia y está a su vez significa, a pesar y contrario a lo que digan los amantes del neoliberalismo y del capitalismo, incremento del precio, en este caso de la energía eléctrica.

O en palabras más mundanas, que los privados controlen el 45% de la producción de la energía eléctrica no permite, que se resuelva a favor de los trabajadores, la extinción de Luz y Fuerza del Centro realizada en el 2009 por Calderón y que además se dé el borrón y cuenta nueva a miles de personas que tienen adeudos exorbitantes e impagables.

Sólo con una nacionalización de la energía eléctrica como la que realizó López Mateos para que la producción sea una facultad exclusiva del Estado mexicano es posible, no sólo resolver lo del borrón y cuenta nueva, sino que el cobro a las empresas privadas dejaría una muy buena derrama económica que ayudaría a mejorar las condiciones del pueblo mexicano.

Así que también a la izquierda socialdemócrata tenemos que decirles que no le echen tanta crema a sus tacos, que no sólo alimentan a la derecha troglodita que niega, con cierta razón, que esta compra no es una nacionalización, sino que lo que es realmente importante, violan uno de los principios de AMLO, que es, no mentir, o en otras palabras, no decir exactamente la verdad.

Al inflar esta acción de nacionalización de sólo un 15.9% de la producción de la energía eléctrica, y decir y festejar, con bombo y platillo, que es la gran nacionalización, es exagerar, en lugar de festejar exageradamente este pequeño pasito, deberían explicarle al pueblo de México por qué una nacionalización, aunque sea parcial, como en este caso, es un paso a favor de los intereses del pueblo, por qué la privatización de las áreas estratégicas, recursos naturales y servicios que realizó la derecha priísta y la ultraderecha panista a través de la implementación de la política neoliberal fue la causante principal de que se agudizara la pobreza en el país, y que además, la guerra contra el Pueblo que inició Calderón, diciendo que era contra el crimen organizado, que ya vimos, ellos lo representan, fue el mecanismo más rápido para privatizar y al mismo tiempo, eliminar a la disidencia social que denunciaba está política neoliberal y capitalista.

Así, explicar que significa nacionalización y que significa privatización y sus efectos al pueblo en general, permite que este mismo pueblo luche por nacionalizar y si es necesario expropiar a los privados, a los empresarios que se han enriquecido empobreciéndonos, pero y lamentablemente, por el contrario, no explicar con claridad, parece una estrategia de la izquierda socialdemócrata en el poder, para que el pueblo crea que lo que se ha hecho es lo que es posible hacer y que no se puede hacer más, así, con ello limitan la famosa y multicitada “revolución de las conciencias” y adormecen el impulso popular por una vida digna.

Con qué cara explica la izquierda electoral que mientras en el mundo, con la crisis del capitalismo hay menos millonarios, en México la riqueza de los más millonarios aumento en 5.7%, lo que representa 9 mil 200 millones de dólares más y que la riqueza acumulada por lo millonarios mexicanos equivale a 3.2 veces el total de la inversión en educación que el Gobierno dispuso para este año.

Que mientras, por un lado, festejan efusivamente la nacionalización del 15.9% de la producción de la energía eléctrica, por el otro, omiten explicar que es el robo de la plusvalía el origen del aumento de la riqueza de Carlos Slim y de Germán Larrea por mencionar a los dos personajes más millonarios de México y de los 100 más ricos del mundo, por qué esta izquierda progresista caviar no ha planteado la nacionalización de Telmex para poder decir, como lo hacen con la energía eléctrica: “hemos recuperado la Soberanía de las telecomunicaciones” o en el caso de Larrea, por qué no han logrado que con su dinero rescaten los cuerpos de Pasta de Conchos y limpien los ríos Sonora y Bacanuchi cuya contaminación afectó a más de 22,000 mexicanos, además de expropiar su empresa por estos dos graves delitos y entonces nuevamente poder decir con orgullo: “hemos recuperado la soberanía en una parte de la explotación minera en México” y del otro 44.5% de la producción de la energía eléctrica, para cuándo están planteando su nacionalización.

Es muy probable que en las próximas elecciones gane Morena y sus representantes, la mayoría calificada de la Cámara de diputados, preguntamos desde ahorita a los voceros de esta izquierda festejadora, se impulsaran todas las reformas que AMLO propuso a favor del pueblo y que fueron rechazadas por la derecha o van a negociar en lo obscurito cuáles si, y cuáles no, qué otras reformas anti neoliberales se propondrán que tengan como fin recuperar la, en esta ocasión multicitada, soberanía nacional sobre los recursos naturales, bienes y servicios que actualmente están privatizados.

Creemos que es hora de empezar a decirle claramente al pueblo mexicano, hasta dónde quieren llegar o decirle, derecho, que soporte la explotación capitalista otros seis años con las migajas de los programas sociales, que es posible, sean más grandes.

Pero mientras esta izquierda socialdemócrata en el poder estudia qué responder, le seguimos diciendo al pueblo mexicano que sólo la organización independiente es capaz de obligar a los estados, incluso a los más progresistas, que vaya más allá de lo que dicen que es posible, que tomen medidas más audaces a favor del pueblo y no sean tan miedosos al “Cambio verdadero”.